Imaginemos una escala cuyos grados vayan más allá del VII (la escala no cambia: simplemente vuelve a empezar). Por comodidad, más allá del grado VIII (que es el I otra vez) el numeral de los grados cambia a arábigos (ya no romanos) y nos permite crear acordes (y consonancias) con los grados que nos hemos brincado hasta ahora. Misma escala, nuevos sonidos. Aquí está:
Do– Grado I
Re– Grado II
Mi– Grado III
Fa– Grado IV
Sol– Grado V
La– Grado VI
Si– Grado VII
Do– Grado VIII
Re– Grado 9
Mi– (no se usa)
Fa– Grado 11
Sol– (no se usa)
La– Grado 13
Si– (no se usa)
Do– (no se usa)
Así, tenemos tres nuevos grados que se llamarán 9, 11 y 13. Si te fijas, los indicados con la frase “no se usa” son los que ya conocemos, los que ya hemos visto hasta ahora.
Sería muy fácil, para nombrar un acorde con el grado 9, decir simplemente “grado II”, que en este caso es Re. Pero hasta donde yo entiendo, este cambio en la numeración nos sugiere hacer ese grado II en otra octava, para “alejar” los sonidos y no sonar tan pesados. Por ejemplo, una consonancia I-II sonaría:
13.25. C
Pero alejando ese “Re” hasta el grado 9, cambia su sonido:
13.28. C
¡Hasta parece una consonancia diferente! Vamos a seguir esa lógica para estudiar los siguientes acordes de “novena”.
Novena: I-III-V-VIIb-9. Éste es un acorde septimado al que se añade el grado 9, así que suma ¡cinco tonos! También se le conoce como “(2)”. Ese “2”, como ya explicamos, se debe a que en la práctica podemos adivinar el grado 9 simplemente imaginando el grado II (de Do sigue Re, lo subo una octava y ya, es el grado 9). Veamos si es posible hacerlo completo en el acordeón:
>Do 9 (I-Do, III-Mi, V-Sol, VIIb-Sib, 9-Re) (sólo es posible abriendo el fuelle):
24.25.3.4.5. A
¡Sí se puede tocar! Y tiene buen sonido, además. (Hay que meter también el pulgar.) ¿Se podrá hacer quitando los grados III y V?
24.4.5. A
Sigue sonando bien. En cambio, si le quitas el VIIb...
24.5. A
Mismo pero cerrando:
13.28. C
...como que le falta “algo”. Cosa curiosa, sonándolo invertido 9-I mejora bastante:
25.16. C
Y con tres grados: 9-V-I, ¿qué tal? (Re, Sol, Do)
25.15.16. C
Conviene hacer esta clase de experimentos, para encontrar nuevos sonidos.
>Sol 9 (I-Sol, III-Si, V-Re, VIIb-Fa, 9-La)
26.27.28.6.7. C
Obviamente estos acordes de cinco tonos están pensados para piano. En el acordeón diatónico son pura tortura. Sin los grados III ni V:
26.6.7. C
Sin el grado VIIb, de nuevo un sonido chillante:
26.7. C
La inversión 9-I sería:
4.18. C
¡Suena bien! Y el “acorde” 9-V-I (La, Re, Sol)...
4.28.18. C
...es demasiado difícil, ¿valdrá la pena?
>Fa 9 (I-Fa, III-La, V-Do, VIIb-Mib, 9-Sol)
3.4.5.1.18. C
Curiosamente, no es tan difícil como los otros. Sin los grados III ni V:
3.1.18. C
Sin el grado VIIb:
3.18. C
Inversión 9-I:
15.6. C
Y el “invento”, grados 9-V-I (Sol, Do, Fa)...
15.16.6. C
Como vimos, el acorde 9 es un septimado con la novena añadida. El acorde “novena mayor” es prácticamente igual, sólo que su grado VII ya no es bemol: I-III-V-VII-II. También se le conoce como maj9, 9+, M9, Δ9. Puesto que en lo básico ya lo conocemos, pasemos rápidamente al acorde sin los grados III ni V:
>Do maj9 (I-Do, VII-Si, 9-Re) (ya se puede hacer cerrando):
13.27.28. C
Los restantes acordes (sin el grado VII, la inversión 9-I y el “invento” 9-V-I) son, por lógica, idénticos a lo que ya vimos.
>Sol maj9 (I-Sol, VII-Fa#, 9-La) (sólo es posible abriendo el fuelle):
3.30.31. A
>Fa maj9 (I-Fa, VII-Mi, 9-Sol):
3.17.18. C
Para crear un acorde menor basta con bajar el grado III a bemol. Puesto que estamos viendo añadido el grado VII, éste será bemol también. Así, la “novena menor” es: I-IIIb-V-VIIb-9. También se le llama m9, (m2). Aquí nos encontramos un problema: para sonar un acorde debes dar los sonidos que definen a ese acorde. Si no, no sonarán. Entonces, si vamos a tocar acordes menores... debemos incluir al grado IIIb. Veremos qué pasa, al fin y al cabo estamos experimentando.
>Re m9 (I-Re, IIIb-Fa, V-La, VIIb-Do, 9-Mi)
13.14.15.28.29. A
Aquí sí me rajo. No pude hacerlo. Cortemos el grado V:
13.14.28.29. A
¡Ni siquiera éste pude hacer! Sin el grado VIIb...
13.14.29. A
Tiene cierta vibración agradable, ¿verdad? Es como un acorde evocativo... lástima que sea tan difícil. Quizá lo encuentren un poco más fácil cerrando el fuelle:
25.3.17. C
Hagamos el “invento” 9-V-I de Re (ya no es un acorde menor) (Mi, La, Re):
25.15.17. A
¡Suena bien! Aquí va un secreto: ésta es una buena terminación cuando toques una canción en la tonalidad de Fa.
>Mi m9 (I-Mi, IIIb-Sol, V-Si, VIIb-Re, 9-Fa#)
2.3.16.17.30. A
Búrlense de mí si quieren, pero tuve que pedirle a alguien que pisara unos botones mientras yo pisaba otros. Ja ja, qué risa me da... Sin el grado V:
2.3.17.30. A
Ese Fa sostenido exige que pisemos el botón 30, ni hablar. Sin el grado VIIb:
2.3.30. A
Y sigue siendo difícil, caray. Vamos a sonar ese Fa sostenido dentro de la misma escala, a ver qué tal suena:
2.3.26. A
Perdió algo su sonido. Igual pero cerrando es más fácil:
14.15.11. C
Pero no gana nada su sonido, es simple, no agradable. Mucho mejor es la inversión 9-V-I (Fa#-Si-Mi):
26.16.29. A
Aquí va otro secreto: ésta es una buena terminación cuando toques una canción en la tonalidad de Sol.
>La m9 (I-La, IIIb-Do, V-Mi, VIIb-Sol, 9-Si)
27.28.29.7.20. A
Bien: hacemos circos y maromas con tal de sonar estos acordes. Cortamos el grado V:
27.28.7.20. A
Ahora, sin el VIIb:
27.28.20. A
Aquí está la esencia del acorde... la tónica (I-La), el modal (IIIb-Do) y el grado 9 (9-Si). Mejor no puede sonar. Probemos la inversión 9-V-I (Si, Mi, La):
27.17.7. C
Y finalmente: ésta es una buena terminación cuando toques una canción en la tonalidad de Do.
¿De qué diablos estoy hablando? De... escalas relativas. Podemos sorprender al oído tocando acordes en escalas relativas, en las cuales suenan acordes (fíjense) que no presentan la tónica pero que sí tienen los tonos de la escala... de la tónica. Son como “primos hermanos”. Escuchemos un ejemplo muy simple en Do, rematado con este último acorde.
13. C
14. C
15. C
13.14.15. C
27.17.7. C
Es como un pequeño toque de “magia” que lleva al oído más allá (quizá se deba a ese tono de Si, no lo sé). Como creo haber explicado ya, las escalas relativas son aquellas que contienen exactamente los mismos tonos; Do mayor pues empieza en Do; La menor empieza en La. Pero contienen los mismos tonos: todos naturales. En este último ejemplo usamos notas de la escala de La menor, fueron La, Mi, Si, inmediatamente después de un Do mayor, que fueron obviamente Do, Mi, Sol. Fueron (salvo Mi) notas muy diferentes pero no chocaron al oído. Veamos de nuevo el mismo ejemplo pero rematando, de manera más tradicional, con un La menor (La, Do, Mi).
13. C
14. C
15. C
13.14.15. C
27.28.29. A
De algún modo le falta esa “chispa” del ejemplo anterior (se parecen demasiado los dos acordes). Siguiendo con el tema, las escalas de Sol mayor y Mi menor son relativas entre sí porque son iguales (ambas contienen como única nota alterada Fa sostenido). Y otro tanto pasa con Fa mayor y Re menor (ambas contienen como única nota alterada Si bemol). Sigamos con otros acordes.
La Novena añadida es simplemente un acorde mayor al que se añade el grado 9, y por tanto su fórmula es: I-III-V-9. También se le conoce como: add9, (9), add2, (2).
>Do add9 (I-Do, III-Mi, V-Sol, 9-Re)
13.14.15.28. C
Suena bien sin el grado V:
13.14.28. C
Las demás variaciones ya las hemos hecho.
>Sol add9 (I-Sol, III-Si, V-Re, 9-La):
26.27.28.7. C
Difícil de digitar. Sin el grado V:
26.27.7. C
>Fa add9 (I-Fa, III-La, V-Do, 9-Sol):
3.4.5.18. C
Es curioso cómo se igualan las digitaciones entre Do y Fa. ¿Si existiera una cuarta hilera de botones debajo de Sol, todo se digitaría igual en el acordeón? Muy probablemente. Sin grado V:
3.4.18. C
Esta novena añadida, en mi humilde opinión, no añade mucho al repertorio. No sé qué opinen ustedes.
El acorde de Novena disminuida: I-III-V-VIIb-9b es el mismo acorde de novena, o “9” que ya estudiamos, pero añade una novedad: hay que bajar el grado 9 un semitono, convertirlo en bemol. También se le llama: dim9.
>Do dim9 (I-Do, III-Mi, V-Sol, VIIb-Sib, 9b-Reb):
24.25.3.4.1. A
Demasiado difícil. Pero suena interesante: quitémosle los grados III y V.
24.4.1. A
¡Ah caray! ¿Para qué servirá? Me lo imagino como un paso hacia Fa:
24.4.1. A
24.4.1. A
24.4.1. A
3.4.5. C
Pero aquí hago trampa, ya que ese grado VIIb es el secreto detrás del Do septimado. Así que no estoy inventando nada nuevo.
El acorde Sol dim9 (I-Sol, III-Si, V-Re, VIIb-Fa, 9b-Lab), en la altura a que estamos tocando “Sol”, es impracticable en nuestro acordeón: no existe un La bemol (o sea Sol sostenido) una octava arriba. Hay que hacerlo invertido. Vamos directo sin los grados III ni V.
>Sol dim9 (9-Lab, VIIb-Fa, I-Sol)
11.14.3. A
Un acorde bastante “cucho” (“cucho, es pariente de lo “feo”). Sólo se salva si inmediatamente de él tocas Do mayor.
>Fa dim9 (I-Fa, III-La, V-Do, VIIb-Mib, 9b-Solb): este acorde es impracticable. No es posible tocar Mi bemol y Sol bemol (Fa sostenido) simultáneamente (en la misma octava, que es la intención). Demos su consonancia I-9b (Fa, Sol bemol):
14.30. A
Y rechinan los dientes. A este acorde (perdón, consonancia) no le veo uso. ¿Su inversión? Grados VIIb-Mi bemol, 9b-Sol bemol, I-Fa:
22.26.18. A
Suenan demasiado “desligados” los sonidos.
¿Por qué el grado 9 bemol es desagradable? Porque está demasiado cerca de la tónica. Haz el siguiente sonido:
24.1. A
Son Do y Do sostenido. Aunque los separa una octava, para el oído están demasiado cerca uno del otro. Eso es justamente lo que pasa cuando al grado 9 (que es el grado II) lo bajas a bemol. En fin, tal parece que esta “novena disminuida” es tiempo perdido. ¿O no?
El último acorde de esta entrega es una rareza: se llama Menor/ mayor 9, y se forma así: I-IIIb-V-VII-9. El grado III es de su escala menor, el VII de su escala mayor. Se le llama: min/maj9. Vamos a intentarlo con los sonidos menores de la tonalidad... a ver qué pasa.
>Re min/maj9 (I-Re, IIIb-Fa, V-La, VII-Do#, 9-Mi):
13.14.15.1.6. A
No le hallo sentido. Sin el grado V:
13.14.1.6. A
Suena mejor... si estamos musicalizando una película de suspenso. Olvidemos que se trata de un acorde menor y vamos directo a sus grados I, VII, 9 (Re, Do sostenido, Mi):
13.1.6. A
El mismo problema: Do sostenido está justo antes de Re, y luego sólo un salto de tono para llegar a Mi. Es decir: los tonos están demasiado cerca unos de otros.
>Mi min/maj9 (I-Mi, IIIb-Sol, V-Si, VII-Re#, 9-Fa#) (Re sostenido lo conocemos como Mi bemol):
29.3.16.22.30.
Tuve que hacer una inversión y colocar a Mi como el sonido más alto. Aún así no me suena. Con sus grados I, VII, 9 (Mi, Re sostenido, Fa sostenido) (tuve que poner a Re sostenido, o Mi bemol, como el sonido más alto):
14.1.11. C
Y yo soy el primer sorprendido. ¡Suena bien! Suena como... una terminación. ¿Quién sabe? Quizá sea un acorde útil después de todo.
>La min/maj9 (I-La, IIIb-Do, V-Mi, VII-Sol#, 9-Si):
23.24.25.11.16. A
Es un acorde fuerte. Quizá por ese grado VII. Vamos a su acorde I, VII, 9 (La, Sol sostenido, Si):
23.11.16. A
Sigo en las mismas. No sé si se puede hacer algo con estos acordes mayor/ menor. Terminemos, aunque no sea muy correcto, con Si:
>Si min/maj9 (I-Si, IIIb-Re, V-Fa#, VII-La#, 9-Do#):
12.13.26.4.1. A
Otro acorde enigmático, si consigues sonarlo. Su acorde I, VII, 9 (Si, La sostenido –o sea Si bemol-, Do sostenido):
12.4.1. A
Estos últimos acordes, la verdad, me suenan igual. Sin definición, sin fuerza: esperemos que los siguientes (que veremos en las próximas entregas, con los grados 11 y 13) tengan más personalidad.